JOSÉ MARÍA PALLAORO
PASAJERO DE ESTE PLANETA
(Fragmento)
City Bell, abril de 2019
Atraviesa la calle y entra a la casa, su casa
Abre el placar con algo de ropa colgada y perchas solas
Marca un número y oye el contestador, corta
¿Y qué?, y se engaña, la noche anterior la escena era distinta
Encoge los hombros y respira hondo, trata de no pensar
La habitación tiene ventana al patio, entra el sol del mediodía
Mira el techo y la mancha de humedad ahora se parece a un pájaro sin jaula
¿Te acordás lo que decía la Abuela? Muriendo y aprendiendo
En las calles de mi ciudad, Ellos estornudan fuego
Calcinan la belleza del día
Muriendo y aprendiendo
Descubrir el mal no es vencerlo, denunciarlo tampoco
Muriendo y aprendiendo
La totalidad de lo que es no es / nada / en manos de la policía
La comedia de estos días / un tiro por la espalda
Muriendo y aprendiendo
La crueldad fascina a los CEO de nuestra realidad
Muriendo y aprendiendo
El posible acontecimiento de este año: se van
Muriendo y aprendiendo
En uno de sus poemas dice que los poemas simples pueden ser leídos por perros y gatos
En un capítulo de uno de sus libros, encanecidos, inéditos, dice que hay que extender la vista hacia los conflictos latentes en el retablo de las maravillas ciegas por venir
En el plano de la cultura lo más urgente, aclara, es sustraer la palabra del gusto de la multitud
En el plano de la duda otra duda envuelve una duda superior que debe traspasar el círculo vicioso de la euforia
El mundo heredado se goza como una transición entre el descansar tranquilo y evitar el desengaño
En una de esas, agrega, somos todos insectos
Muriendo y aprendiendo
Las segundas partes corroen más / que la primera
Las terceras, por el exceso, desecan hasta las astillas rugientes de los vertederos
Muriendo y aprendiendo
Expulsados del mundo natural queda la espiritualidad de los cuerpos
¿Por qué hablar, entonces, de la belleza de los objetos?
Muriendo y aprendiendo
La poesía nunca llega a ser juez, se queda ahí: en la paradoja del efecto
Muriendo y aprendiendo
Entre la poesía y la ciencia hay semejanzas: Ninguna de las dos son visiones, al menos en tiempos que gimen
Muriendo y aprendiendo
No hay debate: eso quieren sobre literatura y compromiso
Muriendo y aprendiendo
En el plano del conocimiento ella es inaccesible
Ahora introduce su experiencia en la deformación del rostro
En la desnudez habita una hoja verde que se marchita
El objeto debe ser destruido como señuelo, la verdad oscura exiliada de la verdad sin ojos
No somos un pueblo sin alma, sí, a veces, la parálisis de la conciencia ciega en contra
Muriendo y aprendiendo
(Más allá de los límites del sol, caballos verdaderos resisten)
Muriendo y aprendiendo
El pensamiento se aparta y deja vacía la casa de todos
Muriendo y aprendiendo
La hoja en blanco y los posibles agujeros negros
Muriendo y aprendiendo
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