martes, 19 de octubre de 2021

Bajo la sombra del sauce


JOSÉ MARÍA PALLAORO

BAJO LA SOMBRA DEL SAUCE

 

City Bell, enero-febrero de 2020

 

 

 

I

¿Lejos te acerca?
Todo lo conocido
es no conocer


II

Estamos bien con el frágil sol 
del amanecer

El cielo, este cielo, en el altillo 
donde descansan nuestros pies ¿Hay 
luz, allá, en el jardín de los cipreses?
¿O es acá que la luna 
como rama de enero desaparece 
ante la cabellera del mar?

No envejece este momento
Lo tomas o lo dejas

Pero no envejece


Arriba, lo real
Abajo, lo irreal

¿Y en el centro?
La red

donde yo te pesco
donde vos me pescás

donde el inmenso pájaro piensa
si caer sobre los dos

si dejarnos vivir abrazados aquí
en esta brisa que nos enciende


(Él) La nada dulcísima 

(Ella) ¿Cómo? Si es 
nada no puede ser “dulcísima”

(Él) El agua bebe de vos 
y obstinado y ligero
nado en la nada 

(Ella) Ya siento la brisa dulce 
de tu lejana sombra y nado


Lo seco y húmedo del árbol que se empecina 
a vivir erguido 

¿Y vos? ¿Vibrás entre sendas 
de colas de caballo y flores de lazos 
y maceta alfarera y lo 
empinado que no se ve 
aunque tus ojos vislumbro?

Sí, almitas que ven vibran 
como carretilla morada y tachos con carbón
como pequeño pájaro en el jazmín


Ella escribe en la playa, escribe 
en su cuaderno de arena
Escribe indiferente 
a la marea que sube, 
a la marea que baja, escribe 
con sus piernas entrelazadas 

hasta que el atardecer no está 
y la noche amiga con su pelo 
En ese instante, se levanta y se va 
sin el cuaderno de arena, vuelve, 
vuelve a su casa, a cobijarse 
colmando de palabras 

mi corazón


Por el sendero de piedras 
camina 
lo que existe y su realidad 

En un banco junto a la pared de hiedra 
cerca del sauce y de la glicina 
y del membrillero frutado de insectos

la contemplación 

se plena de ternura 

y
has llegado


Las tacuaritas azules unen 
sus picos en la rama alta
y se dejan caer 

a la humedad de la lengua 
al gemido de las palabras 


Que estás lejos, sí, ahora
que apoyás tu espalda 

"no recuerdo cómo las llaman 
crecen 
en éste único lugar"

y tus piernas como palmeras
de vos y de toda vos mi deseo 
alimentan


Bajo la sombra del sauce
el insecto 
se desprende 
de la telaraña 

ni siquiera pluma recostada 
en el libro 
abierto 
que el viento 

cierra 

y queda 
dormido 
entre las palabras 
sustancia y germina

Una sombra como pétalo 
vuela 
hacia las piedras 
grises 
hacia la luz opaca 
del mediodía


El amor transparente conduce 
a una ciega alegría

Por los hijos de nuestra memoria 
juega el tigre y la cornamusa 
lo hace posible

No hay sacrificio 
sin la devoración del uno 
por los deseos 

sin la opresión de los pechos 
en la fatigada anestesia 


Nada 
nada 
y un fino estremecimiento 
aleja el puente a otra 
nada


No digas “no sé”
Tal vez “me quedo en casa 
unos días 
sin contar las noches 
ni las estrellas heridas 
ni pensar en lo vivido 
que se va borrando 
¿por qué? / no sé”


Para poder liberarnos 
(de lo que se desea)

La táctica 
anudar a algunos pensamientos 
palomas mensajeras

Dejarlas que vuelen al azar 
O adónde lo deseen 

En el vacío del veremos 
cerrar los párpados 
ante el rostro iluminado 
por nuestra casa que se incendia


Fascinados por los espejos 
-no así por la imagen- 
los pintaron de amanecer 

No evitaron  
que sus noches quedaran

Lo sagrado dentro
Lo profano fuera

Los residuos de uno y otro 
en la mera existencia 
de lo partido


Cuando digo que está, eso deseo,
entre las afortunadas que han visto
la aurora (mi cabeza junto a sus pechos,
los más hermosos del mundo),
la siento sonreír y responder
"el sol se alzaba cuando el día
era y siempre nuestro”


Existe siempre 
un atardecer 
una luna en la oscuridad

y la ocasional redundancia 
como enemiga del sol


Otra vez volvés
arrugadas palabras 
dicen tu nombre


Una persona 
en un mundo con límites 
imagina 
verse, no 
en un espejo, sí 
en otra persona real 
como un sueño 

(lejana o cercana compañía 
según los ojos que dibujes)


En los días escasos sale 
con la bolsa de los mandados 
y penetra en el bosque 
Recoge piñas, cortezas, ramas pequeñas
La bolsa en su interior contiene bolsas 
vacías
y las llena de maderas
secas 
como uñas humanas
pelos
heridas que abandona
Piensa 
y regresa con sus manos 
repletas de un esplendor 
que junto al viento de otro amanecer 
soplará


Una mariposa en la máquina de coser 
con techo de corteza de árbol apolillado 
En lo azaroso una pava que fue y adorna 
la puerta del gallinero entrampada 
con la glicina y el ligustro 
y la manzanilla y los sillones 
y el sillón 
en el que sentado observo
una mariposa que ya no está


Noche solo
Comí bifecito con huevo
Comí melón con jamón
Miré sales (La gata encima de la leña)
No leí ¿Y Ella? 
Lee lejos
en una isla
(rodeada de un mar 
donde mi barco encalla)


Huye del calor de las moscas
Hay una puerta de entrada
La traspasa y desaparece la puerta
Hay una exposición de pinturas
Hay un solo retrato de una artista que regresa
Para descifrarla se sienta en un taburete
Ve su cuerpo como un Buda en la arena
Ve sus manos que abrazan
Ve sus anteojos grandes
Ve sus ojos oscuros y bellos 
No puede salir de ese lugar
Un día se verá crecer hasta lo alto de ella
y la besará
y se quedará 
en el centro mismo de su frío



*

Fotos: City Bell, jmp
JOSÉ MARÍA PALLAORO (City Bell / La Plata, Argentina). Dirigió la revista de poesía El espiniyo. Publicó plaquetas, cuadernos y una decena de libros de poemas. Últimos títulos editados: Basuritas (2010), Setenta y 4 (2011), Una mora horizontal (publicado en Suplemento Letras del diario Diagonales de La Plata, 26 de noviembre de 2011; edición en libro, 2012), Una medida adecuada a todo (2012), Son dos los que danzan (primera edición 2005; reedición ampliada 2012), Una piedra haciendo patito (2013), Sono due quelli che danzano / Ples v dvoje (edición bilingüe de Son dos los que danzan; traducción al italiano por Ana Cecilia Prenz Kopušar y al esloveno por Marko Kravos y A. C. Prenz Kopušar, editado por Mediterránea, Centro di Studi Inerculturali, Dipartimento di Studi Umanistici, Università di Trieste, Italia, 2013), El flautista de City Bell (2015) y Antología breve (2016). Coordina talleres de lectura y escritura creativa virtual y presencial en City Bell y en La Plata. Administra varios blogs literarios, entre otros: Poesía La Plata, Aromito, Poesía y Política; y dos personales: El sol de una mejor oportunidad y Los ojos. Correo-e: jmpallaoro@gmail.com