viernes, 3 de septiembre de 2021

Setenta y 4





SETENTA Y 4

El Suri Porfiado, 2011



Ilustración de tapa desplegada: Daniel Santoro 
Lucha de clases I, Carbón sobre papel, 150 x 140 cm, 2007-2008



A Julián Axat






Aún en la calle más vacía

Vivimos tiempos en que ciertos poetas faranduleros, cuando tienen sed, no dicen agua, sino cabernet-sauvignon. Es esa exquisitez divisoria de hacer el vino a un lado y, al otro, la humedad, eso que, en este país, como 30.000 veces ya se ha visto, es lo que mata.
Pero hay un poeta llamado Pallaoro que, de golpe, aún en la calle más vacía, descorcha su libro:

Ellos son de este mundo
Nosotros somos de este mundo
Y este mundo
¿de quién es?

Algunos poetas faranduleros, que catan pero no cantan, se ofenden: ¿Yo, señor? No, señor... Pues, entonces, ¿quién lo tiene?

Pero Pallaoro entona su libro y, como la calle más vacía, la poesía se puebla, y nunca mejor dicho. 

Alberto Szpunberg
Buenos Aires, diciembre de 2010


SETENTA Y 4

A Rodolfo Ortega Peña,
asesinado por la Triple A
el 31 de julio de 1974

A Horacio Cháves y su hijo Rolando,
Luis Macor y Carlos Pierini,
asesinados en La Plata por la Triple A
el 7 de agosto de 1974



De un rollo de cinta de papel
encontrado en casa de calle 9
y de algunas hojas sueltas
en una caja de zapatos



Noticias

La tapa de los diarios 
generalmente miente

La mujer mira 
los baldosones sucios 
con las manos 
en los bolsillos 
piensa 
 
en el compañero 
caído 
que está 
a su lado 
dentro del féretro 
abrazado a una bandera 
de la tendencia 

y la sangre corre 
por esos baldosones 
y mañana tal vez 
sea ninguna otra tapa 
de diario o revista 
o vaya a saber 
qué tendencia 
sigue la moda 
ese día


Mundos

Ellos son de este mundo
Nosotros somos de este mundo
Y este mundo 
¿de quién es?


Guerras 

La guerra del banano 
no me preocupa 

Como así tampoco 
la feria internacional 
de la indumentaria

Repasaba minuciosamente 
los bombardeos que caían 
al mundo nuestro 
del otro lado del arroyo

Todo fusilamiento es 
inaceptable 
(los gusanos de la oscuridad 
no cuentan)


Tabaco y vino 

Celebrábamos la ceremonia 
del tabaco y del vino 
para estudiar 
la realidad 
social argentina

Pero los monopolios 
nos quieren 
aguar la fiesta

Tenemos 
el proyecto de eliminar 
la publicidad 
para disminuir el consumo

Otra alternativa: 
el tabaco de verdulería

La lechuga y la papa 
siguen a buen precio
y en el mercado negro 
se negocia por una francesa


Toma el taxi

Transita las calles de la ciudad 
un taxi que no era taxi

Era una formación 
especial de compañeros 
que hacían circular 
la versión 
de que tres ministros 
cortejaban 
a Ladivaverde 

y que por eso 
la pusieron presa 
en la comisaría más cercana 
de los teatros de San Telmo

El inspector general 
cambió su sobrenombre 
por el de Divaroja

Solita ella en el piano 
incluía la versión del himno

Con claridad y sin rebuscamientos 
la canción patria
invadía  
los dos imperialismos

Hay consignas 
que no todos 
compran

y puertas del cielo 
no hay


Pintada

Por un nacimiento sin violencia 
y porque aparezca 
el anciano Rapuzzi

Porque la paz 
es para todos 
o para nadie

Me parece que no 
pero no lo sé


Comunicado

La mujer 
que apareció 
descuartizada 

desde sus pedazos 
nada dijo de los males 

que la aquejaban


Espaldas

La niña dio su testimonio

El cazador había matado 
a su madre 
de varios disparos

Los fiscales certificaron 
el acelerado avance 
de los traidores

Hay que meterse 
en el terreno 
embarrarse

Hacerlo sin tibiezas 
e incluir la espalda del otro


Matadero

No hay arreglo 
en el matadero

Los trabajadores están 
cansados de promesas 
incumplidas

Los brazos caídos 
ante la obscenidad 
y los fierros

Una pena natural

La tortura se inicia 
por los ojos


Noche y niebla

Al amparo 
de la noche y la niebla
lo subieron 
a una Estanciera 
y le vendaron 
con un trapo rejilla 
los ojos

Le quitaron el sueldo 
que había cobrado 
esa mañana
y lo llevaron 
por el camino negro
-que reconoció 
por los autos 
que pasaban 
a gran velocidad-

En la casa lo desnudaron 

y con pinzas 
pellizcaron sus pelotas

Dijeron que cerrara 
la boca 
porque si no iba a 
dejar de tener antecedentes

Después se desvaneció

Cuando despertó 
seguía 
en el mismo 
sueño


Superficies, 1

Desaparecer 
de la superficie de la tierra
Destruir 
mediante golpes de pie 
los carteles 
de las agrupaciones políticas
Amasijar al diputado 
de la clase trabajadora 
y del pueblo

¿Cuándo cambiará 
el paisaje?


Superficies, 2

Las fuerzas populares 
van perdiendo popularidad 
y quedamos solos 
en la vereda opuesta

Nos tienen que dar 
lo que corresponde 

pero el circulo 
en el que estamos 
se va estrechando 
cada vez más


Memorias

Todavía no empezamos 
y algunos se quieren retirar 

y escribir 
sus memorias


Homilías

Los dioses no están de nuestro lado
Los dioses nos están diciendo adiós


Ella

No quería 
ser la realidad 

sino la esperanza 
de la revolución


Líder

Fue la roca 
contra la que 
nos hicimos 
pedazos


Asteroides

Cuando triste estoy 
miro las banderas 

No podemos elegir llorar 

Cada fábrica ayuda 
a girar el tronco 
de la ilusión 

Aunque haya piedras 
que impiden 
crecer el césped 

Somos libres 
de pensar y desear 

Sin embargo 
estaría muy feliz 
de volver a casa


Paseo

Gritó que lo iban a matar
Y lo subieron a un auto

El paseo dura 
hasta el día de hoy


Pop Art

Teníamos que elegir 
entre el pop art 
y un ciclo de música 
latinoamericana

El número telefónico 
estaba equivocado

Esa misma noche 
la policía 
ocupó el centro 
de la reunión clandestina 
y tiraron con ramas rotas
con caballos y perros

Pronto tendrán nuestra respuesta


Machetes

Este gallo no es de medianoche
Y los grandes se van achicando

La consagración tiene nombre

Habla el campo 
y la corriente eléctrica 
pasa por un toro 
que quiere vivir

Tenemos que entrar 
a machete en la jungla 
abrir camino 

antes que nos abran 
como conejos


Obreros  

El obrero de la propulsora 
siderúrgica 
fue baleado 
por desconocidos

En la casa blanca 
ya lo predicen
“los únicos 
privilegiados 
son los hijos 
de la burocracia”


Sepulturas

Los compañeros son sepultados 
con los honores que merecen 
los caídos de la resistencia

La prensa nada explica 
nada informa 
nada 
en un vaso 
de agua vacía 
y en sus intereses

El amor es un secuestro frustrado


Nuestras armas

Aceptar la división 
para atenuar la represión

Aceptar el amor 
en la oscuridad 
de nuestras armas


Cueca corta

El clima se tensa 
y los actos relámpagos 
crecen 
en el país

Y como siempre 
los aciertos 
provocan 
el ataque 
de los enemigos

Bailamos con las estrellas
la cueca 

y los uniformes 
van cayendo 
como máscaras


Cortejos

En mi despedida 
no hay llanto

La liberación se mide 
en las derrotas

El ojo policial 
está por todos lados

El cortejo 
se disuelve 
en grupos pequeños 

para que no se lleven 
los cajones de madera

La ciudad calla 
y respira 
el humo de las ruinas


Llevo en los oídos

La putrefacción de las palabras 
en esa boca que se cae a pedazos 

La patria de la felicidad: un bombo 
que suena 

lejos


Premoniciones

La oligarquía no está conforme
Los militares no están conformes
La burocracia no está conforme 
La iglesia castiga con “no estoy conforme” 
repetido treinta veces mil
sobre el maíz 
arrodillados 


Dos campanas

Quieren precios más altos
La otra campana: quieren 
precios más altos


Nacional y popular 

Sin rebeldía sin queja 
ni crítica social
La máquina de escribir 
se manchó de viento

Los sueños deben 
ser ejecutados sin piedad

Una revolución 
de mente y corazón abiertos

triunfará 

¿el amor y los sueños?


City Bell, agosto de 2008


PAPELITOS EN LOS OJOS


A Néstor Kirchner 
(1950-2010)


Selección de textos del blog Los ojos (http://josemariapallaoro.blogspot.com/), 
etiquetas “Papelitos” y “Poemas casi limpios”. 


City Bell, 1973

Las ventanas nunca se cerraban. No existían rejas ni mosquiteros, y los gatos entraban y salían a su antojo. Las ventanas eran las puertas de animales que no asesinaban.


Pronóstico

Jueves 
16 de septiembre de 1976

Para hoy 
en el país y alrededores 
leve descenso 
de la temperatura 

En La Plata 
ascenso 
de la mortalidad 
estudiantil 


La Plata, 21 de septiembre de 1976

Yo no cambio por nada mi día de la primavera de 1976. La verdad que no. Y no me importa. Aunque puedan aparecer fotos amarillentas que corroboren lo contrario. Yo estuve donde tenía que estar. Tratando de ser sincero. Tratando de no mentirme.

¿Te acordás? Preparamos los bolsos y la canasta con fruta, sangüchitos, la Seven-Up, el termo, galletitas y mate, la yerba, el mantel y repasadores, el destapador, los cigarrillos y los fósforos. Y nos fuimos. Para El Rincón, nos fuimos.

Recuerdo vagamente el viaje en el 503. Sí, en cambio, es más nítida la larga caminata por la calle que zigzagueaba como viborita, allá, mucho más lejos del cañaveral, lejos, lejos, lejos del mundo.

"¿Dónde me trajiste?", decías vos. Y nos reíamos y nos peleábamos y caminábamos para allá, lejos, lejos... No importa ya si no fue así. Importa cómo evoco ese día hoy.

Llegamos cansados. Y nos sentamos apoyando nuestras espaldas contra un árbol. (¿Casuarina? ¿Eucalipto? ¿Espinillo?) Y fumamos. Y vos hablabas y hablabas. "Nunca podés dejar de hablar", te decía. Yo te decía eso. Yo, que me encantaba escucharte, te decía, así, serio, te lo decía, y me reía por dentro.

El sol aparecía por momentos. El sol estaba. No necesitábamos sentirlo. Estaba. En nosotros estaba.

Encontramos un piso de baldositas verdes. Sólo el piso. Seguramente donde antes hubo paredes y ventanas, un cuarto y una cocina, quedaba eso, un piso irregular de baldositas verdes. Lo barrimos con una rama del árbol (¿Casuarina, eucalipto…?) y con los pies y con las manos.

"¿Dónde me trajiste?", repetías riendo y espantando los mosquitos, imaginarios o no, y sacudiendo con las manos el polvo del vaquero. Extendimos el mantel en el piso. "¿Querés mirar el cielo?". Y ahora nuestras espaldas se apoyaban en el piso verde y nos tomamos de la mano y miramos el cielo y las nubes del cielo que el viento llevaba lejos, lejos, lejos.

Y ya no hablabas. Y yo te escuchaba. Y todo era silencio (ahora que ya sé que el silencio es el mejor compañero de las palabras). Por eso escribo, por eso intento escribir.

¿Sabés? Años después, no sé si en otra primavera, estaba recostado sobre el pasto del jardín de mis viejos, otra vez, mirando el cielo y las nubes que el viento llevaba lejos, lejos, y escribí, le escribí a esas nubes que pasaban, que se iban, y me vi, en otros días, en otros parques y plazas de sueños colectivos, tirado en el pasto mirando el cielo y las nubes, pensando en un hermoso día de primavera de 1976, lejos, lejos, lejos del dolor y los peligros del mundo. 


Avestruces, 1977

Desde la oscuridad 
de la tierra

miran 

un cielo de nubes
estáticas 
muertas 


Postales, ´78 

Papá está contento, le cuenta a Mamá que ahora sí vamos a salir adelante. Lo escucho desde mi pieza, que está con la puerta entornada esperando a Andrea que fue al baño a pintarse los ojos y los labios. 
Están los dos en la cocina. Mamá, callada como siempre. Papá entusiasmado por el nuevo rumbo que va a tomar el país, definitivamente. Seguro está poniendo yerba al mate, esa yerba tan fuerte, que siempre dejo pasar las primeras vueltas. Hacía mucho que no lo escuchaba así, desde fines del verano del golpe. Después entró en un mutismo absoluto. Era muy poco lo que contaba de su trabajo, salvo cuando venían sus amigos. Ahí se lo veía aguerrido, y levantando la voz, afirmando que el camino tomado era el correcto, cueste lo que cueste. 
Escucho brotar el ruido del inodoro, y enseguida el agua de la canilla del vanitory mojando, imagino, las manos de Andrea. Siento cerrar la canilla y hasta la toalla secar apaciblemente sus manos. Lo primero que hago cuando entra al cuarto es tomárselas, y sentirlas aún húmedas, y llevarlas a mi rostro. Luego las bajo, lentamente, por mis hombros, hasta mi pecho, y la miro a los ojos con pasión. La siento emocionada, pero con temor; estar ahí en mi cuarto, con mis padres en la cocina. La beso, suave, muy suave, sus labios rojos en mi boca, su piel. Nos abrazamos, siento temblar su cuerpo junto al mío, beso sus mejillas, su nariz, sus ojos; mi mano acaricia su pecho, pequeño, duro. Vamos perdiendo el temor, ya no atiendo más la voz de mi padre. Sólo somos Andrea y yo, sólo ella y yo. Hasta que el grito descolocado de mamá nos paraliza, en el momento justo en que Andrea logra desprender mi sostén.


1982

Nada importa 
si la sombra de tus pechos
se acurrucan 
en mí


Ceibo

Las Madres machacan 
en el mortero de la verdad 
los despojos de la corteza 
y cuecen el fruto 
para soportar la herida 
y preservar la memoria

Pronto florecerán en racimos 
sus flores de abrasador carmín


Hijos

Tuvieron sueños
En verdad los tuvieron

Ahora raíces
desperdigadas
por tierra
por río

En sus hijos 


Rock del país

Dicen de la estrella federal 
Debe estar húmeda 
No al sol 

Pero colmada de luz 


La complejidad del mundo

La otra tarde observé a un pájaro que trataba de romper un pedazo de pan duro con su pico. El pájaro parecía estar ajeno a todo lo que pasaba a su alrededor. Sólo era él y un pedazo de pan.

En libreta de hule. Lunes 15 de abril de 2002, 13 hs.


El golpe

Un cubo vacío 
de ideas 
sube 
la escalera

antes de que ocurriera 
todos lo sabíamos

a RGA


Soretines

Los brujos piensan en volver y 
en diferentes circunstancias y momentos 
suelen decir cosas como 

los hijos de la nobleza empresarial 
son nuestros hijos

el que depositó dolores recibirá dolores
el que depositó plegarias recibirá plegarias

el que depositó mierda recibirá mierda 
(por eso sus estúpidas cabezas 
la escupen ante un ventilador)


Pino solo 

No podemos
seguir 
en estos rumbos

(el pino solo 
arenga 
escupiendo 
semillas 
en su desierto 
estéril) 


Como toda respuesta

“Bajar un cuadrito 
es todo lo que se hizo 
desde 2003 hasta hoy 
en DDHH”
Como toda respuesta 
Jorge Cepernic 
ex gobernador del pueblo 
le regala 
desde el cielo 
una cagadita 
que se incrusta 
en la testa 
del ex funcionario de la dictadura 

a VdM


Un ejemplo de mundos

Obama 
dice que las Madres 
son un ejemplo 
para el mundo
Lo mismo 
desearíamos pensar 
del país que preside 
el señor Obama 


Rosebud

La salida del infierno 
deja llagas por siempre

Ceniza 
de pimpollo de rosa 
en el fuego 
del atardecer 


Carne podrida

Mirada miope 
de lo que aún 
no pasó

Nada de ganancias 
compartidas

Y los trabajadores 
que se pudran 
al costado de las autopistas 
que conducen

a los campos de sol 


Muertos

La dicha del enemigo: 
pensar el futuro 
desde un presente 
muerto 


Metrópolis

Un moderno  
sistema de castas

Pegarles 
a esos cabecitas 
en la cara 
como estrategia 
principal 
y que caigan 
al piso 
y patearlos 
hasta que no quede 
más que una 
masa amorfa

Una bolita
Un no nacido

a Maurizio Macri


Néstor

Sos 
la piedra 
con la que 
construiremos 
el diamante
más hermoso

(27.10.2010)






*
Mi agradecimiento a: Julián Axat, Alberto Szpunberg, Daniel Santoro, Jorge Ariel Madrazo, Elena B. Núñez, Verónica Rodríguez y Carlos Aprea. 

1
Setenta y 4
Agosto de 2008

Noticias
Mundos
Guerras 
Tabaco y vino 
Toma el taxi
Pintada
Comunicado
Espaldas
Matadero
Noche y niebla
Superficies, 1 
Superficies, 2
Memorias
Homilías
Ella
Líder
Asteroides
Paseo
Pop Art
Machetes
Obreros  
Sepulturas
Nuestras armas
Cueca corta
Cortejos
Llevo en los oídos
Premoniciones
Dos campanas
Nacional y Popular 


2
Papelitos en Los ojos

City Bell, 1973
Pronóstico
La Pata, 21 de septiembre de 1976
Avestruces, 1977
Postales, 1978
1982 (1982)
Ceibo (1985)
Hijos (2001)
Rock del país (2001)
La complejidad del mundo (2002)
El golpe (2008)
Soretines (2010)
Pino solo (2010)
Como toda respuesta (2010)
Un ejemplo de mundos (2010)
Rosebud (2010)
Carne podrida (2010)
Muertos (2010)
Metrópolis (2010)
Néstor (27.10.10)

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