miércoles, 8 de septiembre de 2021

Otro día por hoy



OTRO DÍA POR HOY



City Bell, diciembre de 2011 – febrero de 2012









1
OTRO DÍA
City Bell, diciembre de 2011

“Llega a ser lo que eres”
Píndaro



Con la voracidad de un ciego
intentando leer las preguntas,
me sentí dichoso y fui

al taller Encendí
la máquina, me senté
en la silla de escribir

y comencé a girar


Hay una silla en el sentar 
de ahora está más 
para fueguito ¿Podrá el volver 
sentarse en cuerina roja 
como estrofa que late?


(Canción) Puedo decir:
mi vida es bastante sencilla, 
me gusta mirar los charcos 
que juntan la lluvia,
y preparar el mate para los dos,
y expresar mis ideas,
y estar cuando despiertas
Siempre estar ahí
Pero aquí nunca llueve
y la mayoría de las veces no estás
de acuerdo con mi punto de vista,
y yo paso a ser el insomne 
y vos la esfumada junto al humo
Cuando despierto,
eso me gustaría
Los dos con lluvia o sin ella
y las mejillas rosadas,
los dos siempre 
con la primera luz,
y mirar los charcos
que juntan la lluvia
de este tiempo loco
En pocas horas 
las cuatro estaciones,
y preparar el mate
y expresar nuestras ideas

A partir del tema de Blind Melon “No Rain”, 1992
A la memoria de Shannon Hoon (1967-1995)


En el vos 
luciérnagas y fuego no
hacen más, y no 
existía en el calentito 
de apretujarnos


La belleza: pájaros
que se vuelan, y siempre
vuelven. Y se van


En el momento de volver,
el mundo se acomodó,
y volvimos
a la pobreza de las voces


¿Puedo beber tu amor?
Las botellas y los vasos
vacíos juntan insectos
en la casa abandonada

Lejos, como un avión
ya no se ve,
abro los ojos

ante una intensa
oscuridad que escupe
en mi cara

el sabor del mundo


Vuela Está
en el aire la llave
de todas las cerraduras
Las puertas de lo
parecido y del aparecer
De lo definido y de lo
extraño


Quedarse, aquí, en el soy
En el significado y la música


en la otra orilla?
Un puerto
Un madero
¿Qué habrá


La belleza arde
en los ojos
del desprevenido
Ahora va con ella de la mano
hacia el lugar
de la dialéctica ceremonia


No leí nada
Ni siquiera
esta línea escrita
con largo lápiz
sin punta de vos


Trece es el número
de la discordia
Y trece son los años
que llevó terminar
el techo de la casa nueva
Una casa vieja,
deshabitada, nueva si
hace trece años atrás
el techo no hubiese sido
un número de dos cifras
y sí un compartido abrigo


Salieron los fuegos
de la boca del payaso
de la ausente fortuna

La fiesta los encontró 
bailando entre las llamas,

hasta el calor profundo
del frío


Hice un Osho en el barro
Las lágrimas de mis antepasados
quebraron el frío
y elevaron mi boca
hacia la superficie
Luego, respiré


Y piso el barro
jubiloso
de la derrota,

jirón callado
de nuestras vidas


Leemos para poder
ser amados. Para
que este libro: 
botella de mar que
se destapa y se vacía,
lenta, en nuestro corazón
En el corazón de quien
ya sabes


En los días de atrás, 
unos nueve o diez,
ayer que le dicen, no supe
por dónde andaba. La espalda
se retorcía en un dolor aguado,
eso creo recordar, sentado
siempre con la cabeza
gacha, con los ojos cerrados;
en el afuera 
luces brillantes de los días
felices; tan extraño
como el exterior de mí,
como el interior de mí,
como un sueño del que
nunca despierto vivo



Eres la rosa 
que brilla
Lo sutil, absoluto y partido
Ser, y quedarse, hacia adentro y hacia afuera
A solas y en silencio

                                   *

Llega, ¿el poema o su sombra?, ¿su dicha o su        
--------viento?, silba el mar lejos de nuestra 
-----------tierra


Cargué la escopeta
y
bajé
al
sótano


Otro día, sobre este punto:
.

, quisiera decir
algunas palabras


City Bell, diciembre de 2011


 
2
POR HOY
City Bell, enero – febrero, 2012

“El poema, ocurrirá, y eso es todo.
Y eso alcanza, por hoy”


En el primer poema del año me dije:
“No puedo creer 
verte así” Miré 
y vi tus ojos y tu boca 
y un mar con islas de alba 
donde los nómadas moradores del desierto 
danzan; y danzamos en la arena, en sus llamas, 
y exhaustos de alcohol 
abandonamos las tiendas bajas, 
nos arrojamos al mar,
y en el más allá del mar
el fin del mundo, nuestra salvación


Las deseadas orillas 
de tus labios  
han acabado en naufragio 


No tengo la culpa de cómo me llames
Es cierto, miro con un solo ojo
Con los dos, hablas de mi mal genio 
y de la capacidad de abstraerme 
de la vulgaridad del mundo El concepto 
me pertenece Los pies, 
firmes sobre la tierra Las canciones, 
suenan, día y noche, en mi cabeza
Pienso con los ojos dormidos
Hasta que el poema los despierte 
y encuentre la palabra


Octavio y Chiquita estuvieron en casa
La tarde y la noche nos encontró, 
bajo el sauce, pensando 
la poesía
Una tarde, una noche 
el poema latió, 
en una ensenada de flores amarillas

Para Juan Octavio Prenz y Chiquita Maison, 
City Bell, 5.01.2012


No escuchamos la misma poesía
Unas palabras unidas por el azar o por la razón del azar, 
con el coraje o el temor de la incomodidad 
de los vientos de la sangre, 
nada saben del silencio del hombre 
y de las carrasperas de los huesos
No oímos la misma poesía
Mortales de la noche o el amanecer 
o de las circunstancias del amanecer 
o de la noche, salimos
de nuestras cuevas, al aire, 
al aire fresco y putrefacto, con una hoja 
manchada, justa, indescifrable, precisa


Ella se miró al espejo y no lo pudo creer
De sus fosas nasales salían dos plumeros frondosos
De pluma de pavo los plumeros
Dudó un poco Pensó Pensó 
la de maravillas a realizar Desempolvar 
la casa de una polvorienta acumulación de años
Se miró otra vez, y se decidió por las tijeritas vírgenes 
que descansaban en el alhajero de la abuela


A la noche
un dolor abdominal 
me hizo mirarte 
durante horas
A la mañana, cuando 
el ruido del alfeizar 
se calmó, 
guardé 
la pala limpia, 
lavé mis manos, 
los brazos y la cara, 
y entré a la nueva casa


La suerte sigue echada 
como perro quieto 
entre moscas y piedras El calor 
es insuficiente para los bebederos 
vacíos de agua y saliva y besos
Nada de lo que escriba va en auto
El aletargado fragmento 
en un mar de flores 
secas


Anoche matan a una joven en Abasto
Las peores vacaciones para dos chicas platenses
Una serie de robos interrumpieron la tranquilidad de Olmos
Saquean estudio fotográfico
Sigue la conmoción por el asesinato de un vecino
Matan a un mecánico en un intento de robo
Otro salvaje ataque de Motochorros
Falleció la mujer baleada
Tragedia en un hospital
Balean a empleado legislativo
Atacó sexualmente a una vecina y lo detuvieron
A la comisaría por dañar un auto
Intentó perpetrar un robo y se cortó la yugular con un culo de botella

Me tomo un respiro aspirando el mismo aire putrefacto 
y paso a los obituarios para seguir nutriendo el día


Siempre la canción 
se arremolina 
entre los árboles
Bailan platos 
y la mesa golpea, una
y otra vez, el somos 
del ahora en el campanario
Un viejo hurga 
en su panza de arena,
mientras el mar 
vomita su espuma
ante la imposibilidad 
de mirarse en el espejo


Los días se apretujan en un frasco vacío de sudor
Como opio en una ensaladera transparente de gusanos y cebollas
Una semana de diamantes imprecisos, y la necesidad 
de flores cortadas después de la lluvia
La respuesta flota, y el viento silba nítido 
en el cementerio de la belleza viva de los cuerpos


Escribir hace que el pasado 
no se pierda Esto estoy viviendo 
ahora y anoto en cartulinas rojas y amarillas 
para trasladarlas en un viaje donde vamos 
dejando jirones y llega lo que llega 
porque el escribir hace 
que el pasado no se pierda 
y sigue siendo aún con otros ojos 
así


Mezclar y dar de nuevo
No hacer el ojo
al enemigo
interior
En el siempre más 
del aprender


Me fui en el quedarme 
y el cielo oscureció el amanecer de lo por llegar
No, no vengás, quedáte en el allá del venir por mí
Un firmamento, azul, triste


Mirar la mañana desde la sombra 
de un árbol seco. En el azul de la tierra, 
el sol humedece, raíces 
se alejan en el más 
cerca, ¿y llegará?,  
¿la noche del dormir?


Me mordí la lengua
Unos gramos en veneno 
inundó mi cuerpo
Cerré los ojos y decidí 
mantenerme callado
En unos minutos terminará el dolor
Luego me tragaré entero, y seré otro
Un hijo sin necesidad de padres


Secos de nosotros 
la agua quiere dar sol 
a tus ojos
Brillan en la belleza del mar, 
ahora


Até las manos
a los libros (En el jamás
          del adolecer
          apareces,
          des-olvido)


“un puño golpea el agua de las plantas”
           Y tus manos desamparan a las hojas
   caídas las hojas caídas 
me abandonan
El otoño me alcanza
un febrero de lluvia
y viento que te llevólas hojas caídas 
me abandonan El otoño me alcanza
un febrero de lluvia
y viento que te llevóun febrero de libros y lluvia
               Y tu lengua en remolino: 
                          ¿savia llevólasun?


Jazmines chinos y campanillas violetas 
           mordidos por la lluvia
Para siempre en nuestra página, la flor 
            en tus ojos y en los míos


Ella Nunca 
escribe Ni deja 
señales de humo (¿o acaso 
se escabulleron entre 
las redes del sol?). Oh, 
unas pocas 
sílabas para seguir, 
para tararear 
más allá 
de la imposible 
escritura


En el de mientras 
de la noche amarga 
tus ojos verdes 

paralizan mis manos 
y no puedo 
encender el fósforo 
de nuestras vidas


Intento escribir un poema 
el día de mi cumpleaños
¿Pierdo el tiempo, abanico 
de viento, en pensar, fresco? 
La poesía está cuando ella quiere
El poeta, cuando puede
¿Pierdo, intentando, escribir
el tiempo, un poema? 
Las palabras llegarán El azar 
o el amor o lo imborrable
Las acomodarán en la fiesta del mundo
Será, en este día
O no será Pero cuesta creerlo
El poema, ocurrirá, y eso es todo
Y eso alcanza, por hoy


OTRO DÍA, POR HOY

1
OTRO DÍA

Con la voracidad   /   00
Hay una silla   /   00
Canción   /   00
En el vos   /   00
La belleza   /   00
En el momento   /   00
¿Puedo beber   /   00
Vuela   /   00
Quedarse   /   00
en la otra orilla?   /   00
La belleza   /   00
No leí   /   00
Trece   /   00
Salieron   /   00
Hice un Osho   /   00
Y piso   /   00
Leemos   /   00
En los días   /   00
Eres la rosa   /   00
Cargué   /   00
Otro día   /   00



2
POR HOY

En el primer poema del año   /   00
Las anheladas   /   00
No tengo la culpa   /   00
Octavio y Chiquita   /   00
No escuchamos   /   00
Ella se miró   /   00
A la noche   /   00
La suerte   /   00
Anoche matan   /   00
Siempre   /   00
Los días   /   00
Escribir   /   00
Mezclar   /   00
Me fui   /   00
Mirar   /   00
Me mordí   /   00
Secos   /   00
“un puño   /   00
En el esto que no   /   00
Jazmines   /   00
Ella   /   00
En el de   /   00
Intento escribir   /   00

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