CRUZAR A PIE II
Borradores
(Enero 2022 - enero 2023)
El coágulo desapareció
se disolvió
no está más
eso parece
lo ves en esta imagen
¿Es bueno? ¿Es malo?
No supo decirme
Me dio una palmadita en el hombro
y andá tranquilo
y viví
mientras puedas
Mañana es mi cumpleaños
Llovió en la noche
y seguirá
tanto afuera
tanto adentro
y en lo alto
las lonas del ventanal
los vidrios caracoleados
el tronco del árbol
los gajos de las ramas
en el césped
la hoja verde amarilla del tártago
la pérgola y el muro
con su enamorada
te veo
en lo difuso del ventanal
(una guerra
siempre guerras en el verte)
y no sé
si me ves
si me verás
Me ducho
Me baño sola
¿Y vos? Soplando
las velitas
que son estrellas
que te miran
que se apagan
que se encienden
que te piensan
y un solo
deseo
que se cumpla
amanecernos en tu día
¿Dormís corazón?
¿O solo palpitás
junto al ojo de agua?
Siento tu ritmo
se acelera
tiembla
las pestañas de la noche
moja
la tierra y el cielo
blanco
de las sábanas
espera
el abrazo
de los cuerpos
ahora
sí
sumergidos
en el despertar
¿Duele la lluvia?
¿Te duele?
¿O moja
tu cuerpo
deseoso
en la sensibilidad
de lo que hace un tiempo
no está?
La última vez
estiré mi cuerpo
lo vaciado
te llenaba
en el cielo abierto
pradera de estrellas
que nacían a mis ojos
lo nocturno
luz en el gozo
tus manos
las caricias
con las que brindamos
en este otoño
las flores
el perfume
la abundancia
y el pensarte
en un mundo
en el que ahora estás
“Cuidame”
Mi mano se aparta de vos
y te reís
“Sos un imán”
“Me buscás ahí
siempre ahí”
No es cierto
también
te busco
la boca
Las caricias en los cuerpos
Anudarse
“Hay que lavar las sábanas”
Un mar dulce que llega al desierto
que llega y moja los pies
y donde mis dedos y los tuyos
juegan ante el mirarnos
“¿Me das otra oportunidad?”
Siempre
“¿Qué vamos a comer?”
¿Ténés hambre?
Y bajás
Primera tesis:
Tu cuerpo cuenta dos historias
La que nos anuda
La que tus ojos dicen sin decir
Una exposición de cuadros en un salón oscuro
vacío
a pesar de las sillas acumuladas en los rincones
unas encimas de las otras
Las telas
sus inscripciones
miran
observan
Las paredes de los cinco lados del lugar
No puedes verlas porque no estás
No estás
aunque las pinturas quisieran decir
lo contrario
Nada dicen
No pueden
sin vos
No pueden
El corazón bruto
desaconseja los latidos más rápidos
Prefiere lo quieto
y callar los ojos
Lo que no puede el corazón bruto
es dejar de latir
Al menos hasta que la pasión termine
La tarea
dice el maestro
es lograr que ustedes
bla bla bla
Nadie la termina
Dejan sus hojas en blanco
Hacen avioncitos
que arrojan hacia las ventanas
y recorren el verde cielo
colectivo e individual
Solo espero que los misiles que les han arrojado
se desvanezcan en el aire
se conviertan en dulce anillo de hierbas frescas
El frío no nos cobija
combatimos con fuego al frío
Tu saliva humedece mi cuerpo
y refresca la piel que absorbe
que deja lo seco del desierto
que mirás el cuerpo sacudido
tus ojos que suben y bajan
que brillan en la respiración
y los gemidos
jugos que recorren tu boca
tu lengua
mojás las sábanas que nos cubren
que marean
olas de dejarme
cuerpo quieto ante vos que te estirás
tus pechos en mi pecho
tus piernas entre mis piernas
tu silencio en mi silencio
Es de día
Un día gris y otro
Sin sol hasta que te leí
Sabés me manejo mejor por acá
Dejo la corteza abandonada
Me gusta que la cama te quede grande
Que juntos la completemos
La llenemos de nuestro calor
De nuestra respiración
Caricias y besos
“Te deseo más cerca”
¿Me vas a beber?
Yuyos y jengibre
¿Me vas a beber?
Ahora el fuego
entra profundo
como el sueño
cantan los cuerpos
En suave viento
insaciable
y amanecer
juntos
ojos
que al mirarnos tejen
la inscripción
“somos nuestros”
Lo después
ni vos ni yo
lo conoce
A la deriva
fatigado y solo
bajo un sol extraño
Aguas que a veces me cubren
Aguas que me secan y borran
lo ajeno de mí
lo ajeno de vos
Lo que no se olvida
por más razones lluviosas
por más viento quieto
que nos deja siguiendo vivir
a la deriva
Ahora mira
la habitación vacía
solo unos pocos objetos dormidos
sin sábanas
un colchón quieto
pensó
que alguna vez
golpeó las rocas de la isla
la que crearon para escapar
de los días comunes
de las palabras
Mira por última vez
gira
y traspasa la pared
la que fue blanca
la que lo introduce
a los alcoholes de la oscuridad
Ahora ignora
lo que acaba de pasar
hace un instante
Eso intenta
Sabe que es demasiado pronto
para tachar
las furiosas y demacradas palabras
La gata duerme sobre la cama
Es un ovillo
tieso
Parece muerta
Y se asusta
Por eso la toca
le da una palmadita
La gata mueve la cabeza
como diciendo: Acá estoy
No te preocupes por mí
Hacelo por vos
Hacelo
El arco
apunta a la cabeza
La flecha
se clava en el árbol
El bosque mudo
un espacio interminable
un cielo que no se ve
Las hojas duelen en el suelo
El desertor corre hacia el lugar
que la fatiga desconoce
El camino
es recto y sin huellas
¿Antes zigzagueaba?
¿Algo parecido a un laberinto?
A lo lejos una sombra gris
Y llega un olor de las ruinas de la infancia
Y se detiene
Al menos por ahora
La mirada ingenua ante las cosas
Con la cuchilla corta perejil
cebolla zanahorias tomates hojas verdes
Las corta las pica no en ese orden
El orden la condujo a ser distraída
para que la realidad
la que ahora comprende
No
no es este el caso
No
no es que la realidad le cayó encima
La mirada ya no es ingenua
Seca la cuchilla con una servilleta
la limpia con un repasador
y la deja
inmóvil
sobre la mesada
quiere pensarlo
evitar lo emocional
Evitar
agarrar la cuchilla
por el mango
aunque la hoja gotee sangre
Cambió de árbol
El de ahora es gris
El que dejó blanco
El anterior rojo
El anterior del anterior negro
El de hace demasiado azul
Los colores no cobran importancia
porque en la evolución
del sentido
es árbol del gris
En las mañanas
cuando despierta
toma mate
Mira por el ventanal
el jardín
La escarcha persiste
y los primeros pájaros
se aventuran
a picotear el césped
Mira con ojos de garza
la aventura de la naturaleza
extraña y fugaz
alejada de su puerta
De una casa
a la que le cuesta respirar
En la mesa de enfrente
dos mujeres charlan
Sus voces se entrecruzan
hasta convertirse en un idioma
de otro
Quiere creer que la música
no permite desentrañar lo que dicen
Las mujeres charlan
Por sus rostros este mundo
pareciera estar en juego
Por el gesto de sus cuerpos
lo escondido se avecina
A la salida del hospital
Borges cuenta que le dijeron que le decían “Café”
y después “Bar”
Proust mojó en el té
la galletita
y hasta hoy sentimos
su olor y sabor
No soy dueño de la prosapia
ni el talento de ambos
Apenas miro por la ventana
los fresnos desnudos
en un silencio íntimo
que calma sin dejar
de hacer ruido de huesos
que apenas me pertenecen
Lanzó la lanza
traspasó el patio
traspasó la ventana
(cerrada)
se incrustó en la pared
a centímetros del retrato
que pintó
en supuestos días
mejores
No la fue a buscar
la dejó ahí
como evidencia
de una decisión
que debió tomar
hace tiempo
Se dio vuelta
Miró hacia arriba
Miró hacia abajo
Caminó unos pasos
Acomodó el bolso en su hombro
y siguió
para no perderse
otra vez
En la percepción de la naturaleza
el jardín ingresa día a día a un nuevo verdor
Ve la pequeña huerta
La ve cómo será
Ve el naranjo y el árbol pleno de paltas
que de a poco recoge y espera
la madurez
en el canasto que habita la cocina
Ve los jazmines y la pérgola
y los arbustos y las herramientas
la carretilla
rastrillos
y palas sin mango
Hasta que una comadreja
interrumpe la escena
y se queda ahí
en su jardín
La gata pide entrar
Entra
Da la vuelta del gato
Pide salir
Sale
Una comadreja overa
pasa a pocos pasos
ninguna se percata
de la existencia de la otra
tampoco de la mía
“Sos loco en decir esas cosas”
Casi siempre elijo un mal momento
Quiero escribirte un poema
no con palabras
(al tomarte la mano
al haberte abrazado)
Un poema sin palabras
Un poema que nazca al mirarte
al mirarnos
a los ojos
no importa
lo que quiero escribirte
sí las palabras
que volvería a decir
Me pongo las zapatillas del amigo muerto
y salgo a caminar
cambio el trayecto
que hacíamos juntos
no tengo que pasar por su casa
tampoco girar alrededor de plaza San Martín
la historia
la política
la música
la literatura
el arte
la poesía
nos convocaba
y el silencio
en su humano espesor
Me siento en un banco
de cemento
Una lápida
Saco la piedrita
que me molestó
en el camino
acordono la zapatilla
de mi amigo muerto
y en vez de flores
dejo la piedra
sobre la tumba
que me prometo frecuentar
Bajo el sauce escucho a los Beatles
una canción entrelazada por una hora
sale
por la ventana del taller
viborea
expande
un perfume de infancia
esa canción
esas canciones
en la misma canción
Al terminar la espera pasamos al rojo
¿Qué esperas?
Que la sangre no se vuelva tan líquida
Que las jeringas sean suaves al penetrar la vena
Que los paraísos sean reales
La ternura prueba bocado
sacrifica los sinsabores
lo adormecido
mastica lo vegetal la carne
alcanza
la embriaguez
convierte en barro
lo desamparado
la alegría real
corre
por nuestra sangre
evoca y une
la distancia queda
cerca
a derribar
*
Abre un libro cualquiera
cae una hoja
la levanta
lee
Ahora estaríamos abrochaditos
¿Qué?
Abrochaditos
¿Qué es eso?
Lo que te gustó durante varias noches
La palabra es tuya
Vos la dijiste
No creo
No es una palabra mía
La dijiste y otras
palabras más
Tal vez estaba borracha
No bebiste nada
Llegaste con un cartón con leche de soja
Ahora soy vegana dijiste
Ah eso puede ser
¿Abrochaditos no?
No sé qué es eso
Me regateás la pilila
Eso es de mujer mala
¿Lo qué?
La pilila
Lo leí en un libro de cuentos
uno de hace más de treinta años
yo no había nacido
ese siglo es tuyo
Me volvés loco
No lo creo
Aunque me querés
hacer trabajar mucho
y vos te quedás
como un balde lleno de arena
Lo sé porque vi una película
Te gusta jugar
Sí
y mojarme un poquito