viernes, 22 de diciembre de 2023

Cruzar a pie II



JOSÉ MARÍA PALLAORO


CRUZAR A PIE II

Borradores


(Enero 2022 - enero 2023)



El coágulo desapareció 
se disolvió 
no está más 
eso parece 
lo ves en esta imagen

¿Es bueno? ¿Es malo? 

No supo decirme 
Me dio una palmadita en el hombro 
y andá tranquilo 

y viví 
             mientras puedas 


Mañana es mi cumpleaños 

Llovió en la noche 
y seguirá 
tanto afuera 
tanto adentro 

y en lo alto 
las lonas del ventanal 
los vidrios caracoleados 
el tronco del árbol
los gajos de las ramas 

en el césped 

la hoja verde amarilla del tártago 
la pérgola y el muro 
             con su enamorada 

te veo 

en lo difuso del ventanal 

          (una guerra 
          siempre guerras en el verte) 

y no sé 

si me ves 
si me verás 


Me ducho 
Me baño sola 
¿Y vos? Soplando 
las velitas 
que son estrellas 
que te miran 
que se apagan 
que se encienden 
que te piensan 
y un solo 
deseo 
que se cumpla 
amanecernos en tu día 


¿Dormís corazón? 
¿O solo palpitás 
junto al ojo de agua?

Siento tu ritmo 
se acelera 

tiembla 
las pestañas de la noche 

moja 
la tierra y el cielo 
blanco 
de las sábanas 

espera 
el abrazo 
de los cuerpos 
ahora 

sí 
sumergidos 
en el despertar 


¿Duele la lluvia? 
¿Te duele? 
¿O moja 
tu cuerpo 
deseoso 
en la sensibilidad 
de lo que hace un tiempo 
no está?


La última vez 
estiré mi cuerpo 

lo vaciado 
te llenaba 
en el cielo abierto 
pradera de estrellas 
que nacían a mis ojos 

lo nocturno 
luz en el gozo 
tus manos 

las caricias 
con las que brindamos 
en este otoño 

las flores 
el perfume 
la abundancia 

y el pensarte 
en un mundo 
en el que ahora estás 


“Cuidame”
Mi mano se aparta de vos 
y te reís 
“Sos un imán” 
“Me buscás ahí 
                   siempre ahí”  
No es cierto 
          también 
               te busco 
                          la boca 
Las caricias en los cuerpos 
Anudarse 
“Hay que lavar las sábanas” 
Un mar dulce que llega al desierto 
que llega y moja los pies 
y donde mis dedos y los tuyos 
juegan ante el mirarnos 
“¿Me das otra oportunidad?” 
Siempre 

“¿Qué vamos a comer?” 
¿Ténés hambre? 
             Y bajás 

Primera tesis: 
Tu cuerpo cuenta dos historias 
La que nos anuda 
La que tus ojos dicen sin decir 


Una exposición de cuadros en un salón oscuro 
                           vacío 
a pesar de las sillas acumuladas en los rincones 
unas encimas de las otras 
Las telas 
sus inscripciones 
miran 
observan 
Las paredes de los cinco lados del lugar 
No puedes verlas porque no estás 
No estás 
aunque las pinturas quisieran decir 
lo contrario 
Nada dicen 
No pueden 
sin vos 
No pueden 


El corazón bruto 
desaconseja los latidos más rápidos 
Prefiere lo quieto 
y callar los ojos 
Lo que no puede el corazón bruto 
es dejar de latir 
Al menos hasta que la pasión termine 


La tarea 
dice el maestro 
es lograr que ustedes 
bla bla bla 
Nadie la termina 
Dejan sus hojas en blanco 
Hacen avioncitos 
que arrojan hacia las ventanas 
y recorren el verde cielo 
colectivo e individual 

Solo espero que los misiles que les han arrojado 
se desvanezcan en el aire 
se conviertan en dulce anillo de hierbas frescas


El frío no nos cobija
combatimos con fuego al frío
Tu saliva humedece mi cuerpo 
y refresca la piel que absorbe
que deja lo seco del desierto
que mirás el cuerpo sacudido
tus ojos que suben y bajan
que brillan en la respiración 
y los gemidos
jugos que recorren tu boca
tu lengua
mojás las sábanas que nos cubren
que marean
olas de dejarme
cuerpo quieto ante vos que te estirás
tus pechos en mi pecho
tus piernas entre mis piernas
tu silencio en mi silencio


Es de día
Un día gris y otro
Sin sol hasta que te leí
Sabés me manejo mejor por acá
Dejo la corteza abandonada 
Me gusta que la cama te quede grande
Que juntos la completemos 
La llenemos de nuestro calor
De nuestra respiración
Caricias y besos
“Te deseo más cerca”
¿Me vas a beber? 

Yuyos y jengibre
¿Me vas a beber? 


Ahora el fuego  
entra profundo 
como el sueño
cantan los cuerpos 
En suave viento
insaciable 
y amanecer
juntos

ojos
que al mirarnos tejen 
la inscripción 
“somos nuestros”

Lo después
ni vos ni yo
lo conoce 


A la deriva 
fatigado y solo 
bajo un sol extraño 
Aguas que a veces me cubren 
Aguas que me secan y borran 
lo ajeno de mí 
lo ajeno de vos 
Lo que no se olvida 
por más razones lluviosas 
por más viento quieto 
que nos deja siguiendo vivir 
a la deriva 


Ahora mira 
la habitación vacía 
solo unos pocos objetos dormidos 
sin sábanas 
un colchón quieto 
pensó 
que alguna vez 
golpeó las rocas de la isla 
la que crearon para escapar 
de los días comunes 
de las palabras 
Mira por última vez 
gira 
y traspasa la pared 
la que fue blanca 
la que lo introduce 
a los alcoholes de la oscuridad 


Ahora ignora 
lo que acaba de pasar 
                           hace un instante 
Eso intenta 
Sabe que es demasiado pronto 
para tachar 
las furiosas y demacradas palabras 


La gata duerme sobre la cama 
Es un ovillo 
tieso 
Parece muerta 
Y se asusta 
Por eso la toca 
le da una palmadita 
La gata mueve la cabeza 
como diciendo: Acá estoy 
No te preocupes por mí 
Hacelo por vos
Hacelo 


El arco 
apunta a la cabeza 
La flecha 
se clava en el árbol 
El bosque mudo  
un espacio interminable 
un cielo que no se ve 
Las hojas duelen en el suelo 
El desertor corre hacia el lugar 
que la fatiga desconoce 


El camino 
es recto y sin huellas 
¿Antes zigzagueaba?
¿Algo parecido a un laberinto?
A lo lejos una sombra gris 
Y llega un olor de las ruinas de la infancia 
Y se detiene  
Al menos por ahora 


La mirada ingenua ante las cosas
Con la cuchilla corta perejil 
cebolla zanahorias tomates hojas verdes 
Las corta las pica no en ese orden 
El orden la condujo a ser distraída 
para que la realidad 
la que ahora comprende 
No 
no es este el caso 
No 
no es que la realidad le cayó encima 
La mirada ya no es ingenua
Seca la cuchilla con una servilleta 
la limpia con un repasador 
y la deja 
inmóvil 
sobre la mesada 
quiere pensarlo 
evitar lo emocional 
Evitar 
agarrar la cuchilla 
por el mango 
aunque la hoja gotee sangre 


Cambió de árbol
El de ahora es gris
El que dejó blanco 
El anterior rojo 
El anterior del anterior negro 
El de hace demasiado azul 
Los colores no cobran importancia 
porque en la evolución
del sentido 
es árbol del gris 


En las mañanas 
cuando despierta 
toma mate 
Mira por el ventanal 
el jardín 
La escarcha persiste 
y los primeros pájaros 
se aventuran 
a picotear el césped 
Mira con ojos de garza  
la aventura de la naturaleza 
extraña y fugaz 
alejada de su puerta 
De una casa 
a la que le cuesta respirar 


En la mesa de enfrente 
dos mujeres charlan 

Sus voces se entrecruzan 
hasta convertirse en un idioma 
de otro 

Quiere creer que la música 
no permite desentrañar lo que dicen 

Las mujeres charlan 

Por sus rostros este mundo 
pareciera estar en juego

Por el gesto de sus cuerpos 
lo escondido se avecina 


A la salida del hospital 

Borges cuenta que le dijeron que le decían “Café” 
y después “Bar” 
Proust mojó en el té 
la galletita  
y hasta hoy sentimos 
su olor y sabor 

No soy dueño de la prosapia 
ni el talento de ambos 

Apenas miro por la ventana 
los fresnos desnudos 
en un silencio íntimo 
que calma sin dejar 
de hacer ruido de huesos 
que apenas me pertenecen 



Lanzó la lanza 
traspasó el patio 
traspasó la ventana 
(cerrada)
se incrustó en la pared 
a centímetros del retrato
que pintó 
en supuestos días 
mejores 

No la fue a buscar 
la dejó ahí 
como evidencia 
de una decisión 
que debió tomar 
hace tiempo 
Se dio vuelta 
Miró hacia arriba 
Miró hacia abajo 
Caminó unos pasos 
Acomodó el bolso en su hombro 
y siguió 
para no perderse 
otra vez 


En la percepción de la naturaleza 
el jardín ingresa día a día a un nuevo verdor 
Ve la pequeña huerta 
La ve cómo será 
Ve el naranjo y el árbol pleno de paltas 
que de a poco recoge y espera 
la madurez 
en el canasto que habita la cocina 
Ve los jazmines y la pérgola 
y los arbustos y las herramientas 
la carretilla 
rastrillos 
y palas sin mango
Hasta que una comadreja 
interrumpe la escena 
y se queda ahí 
en su jardín


La gata pide entrar 
Entra 
Da la vuelta del gato 
Pide salir 
Sale 
Una comadreja overa 
pasa a pocos pasos 
ninguna se percata 
de la existencia de la otra 

tampoco de la mía 


“Sos loco en decir esas cosas” 

Casi siempre elijo un mal momento 

Quiero escribirte un poema 
no con palabras 

(al tomarte la mano 
al haberte abrazado) 

Un poema sin palabras 
Un poema que nazca al mirarte 

al mirarnos 
a los ojos 

no importa 
lo que quiero escribirte 

sí las palabras 
que volvería a decir 


Me pongo las zapatillas del amigo muerto 
y salgo a caminar 
cambio el trayecto 
que hacíamos juntos 
no tengo que pasar por su casa 
tampoco girar alrededor de plaza San Martín 
la historia 
la política 
la música 
la literatura 
el arte 
la poesía 
nos convocaba 

y el silencio 
en su humano espesor 

Me siento en un banco 
de cemento 
Una lápida
Saco la piedrita 
que me molestó 
en el camino 
acordono la zapatilla 
de mi amigo muerto 
y en vez de flores 
dejo la piedra 
sobre la tumba 
que me prometo frecuentar


Bajo el sauce escucho a los Beatles 
una canción entrelazada por una hora 
       sale 
             por la ventana del taller 
               viborea 
                     expande 
un perfume de infancia 

esa canción 
esas canciones 
en la misma canción 


Al terminar la espera pasamos al rojo 
¿Qué esperas?
Que la sangre no se vuelva tan líquida 
Que las jeringas sean suaves al penetrar la vena 
Que los paraísos sean reales 


La ternura prueba bocado 
sacrifica los sinsabores 
lo adormecido 

mastica lo vegetal la carne 
alcanza 
la embriaguez 

convierte en barro 
lo desamparado 
la alegría real 

corre 
por nuestra sangre 
evoca y une 

la distancia queda 

cerca 

a derribar


*

Abre un libro cualquiera 
cae una hoja 
la levanta 
lee

Ahora estaríamos abrochaditos 
¿Qué? 
Abrochaditos 
¿Qué es eso? 
Lo que te gustó durante varias noches 
La palabra es tuya 
Vos la dijiste 
No creo 
No es una palabra mía 
La dijiste y otras 
palabras más
Tal vez estaba borracha 
No bebiste nada 
Llegaste con un cartón con leche de soja 
Ahora soy vegana dijiste 
Ah eso puede ser 
¿Abrochaditos no? 
No sé qué es eso 


Me regateás la pilila 
Eso es de mujer mala 
¿Lo qué? 
La pilila 
Lo leí en un libro de cuentos 
uno de hace más de treinta años 
yo no había nacido 
ese siglo es tuyo 
Me volvés loco 
No lo creo 
Aunque me querés 
hacer trabajar mucho 
y vos te quedás 
como un balde lleno de arena 
Lo sé porque vi una película 
Te gusta jugar 
Sí 
y mojarme un poquito

martes, 19 de diciembre de 2023

He visto





JOSÉ MARÍA PALLAORO

HE VISTO 



2023





He visto a mi madre 
en la noche 

Hijo 
¿Dónde estabas cuando partí? 
A tu lado a tu lado 

He visto a mi padre 
en la noche 

Hijo 
¿Dónde estabas cuando partí? 
A tu lado a tu lado 

Han vuelto con la voz de siempre 

Han estado 
en momentos distintos 
junto a mí 

Mi madre mi padre 
a los que nunca veo 
y siempre aparecen 


Hay que expulsar a la muerte 
Hay que obligarla / que se vaya al bosque 
Hay que dejarla que se vista con su vestido de niño  
Hay que evitar que suba a lo más alto del árbol 
Hay que distraerla para que no mire la aldea 
Hay que engañarla y salga del bosque 
Hay que obligarla / que se meta en el mar 

Que se ahogue creyendo que solo va a dormir 

21 01 2023, sábado 


El lugar adónde vamos 
                es para siempre 

Escribo y miro 
por la ventana 

Las piedras grises y amarillas por las hojas 
           del sauce 

Los sillones sin almohadones 

Las plantas y los metales 

Es un espacio hermoso para pasar el día leyendo 

Me gusta mientras haya luz 

Corre aire fresco 
          los pájaros comen del jardín 

Sé que el lugar 
            adónde vamos 
                      es para siempre 

23 01 2023


Volará al encuentro de los días 
Esos días que alguna vez creyó 
que sucederían 
en su mirar 
en el alcance de sus ganas 
en la pesadumbre y aflicción 

A pesar de todo 
               las puertas se cerraron 
y abrieron las alas 
para que deje de volar 

11 02 2023 


LAS AGUJAS 
cada vez molestan más 

¿Por qué? 

Puede ser la jeringa 
                              dice la enfermera 

Puede ser dos o tres cosas más 
que no llego a entender 

La sordera es otro tema 
Una canción que no quiero escuchar 


PONGO FLORES SOBRE LA MESA 
como hacía mi madre 

Un olor presente me instala 
en árboles que dan nombre 
a un perdido candor

No llueve / Hace tiempo que el agua del cielo 
no cae sobre las ranuras exageradas 
de la tierra 

El césped seco 

Abro las ventanas de la biblioteca 

Los pocos que entran hablan 
de sacar el sofocamiento de lo cerrado 

¿Cómo hacer? 

Abro las ventanas 
Dejo correr el humo del palillo

Espero saber un poco más
Espero sabiendo que no espero 

01 03 2023 


¿Qué decir de mis padres? 

Que los dos están muertos 
Que hace tiempo se fueron 

Soy un hombre solo 

que aún no se despidió 
que tal vez nunca se despida 

27 06 2023 


CANCIÓN PARA SINÉAD O'CONNOR

No digas su nombre / crece / el universo / expande tu cuerpo / nacido ahora / tu alma creada ahora / (ellos te ayudarán) / cruza / las estrellas sube las escaleras / madre padre / dolor de vos / dolor de todos / escucha / las canciones / nacimos desde el dolor / como una naranja como un sol / ahí / su nombre / lo amamos nos amamos / el amor nos ayudará / espera  


ISAÍAS VIO APAGARSE EL PAN 

La semilla cayó 
echó raíces 
aspiró 
esa provincia 
donde la fe 
se astilla 
huele lo caliente 
de las margaritas 
los cuerpos  
la carne que se abre 
la lluvia de lo real 
el momento 
en el que ahora 
vio apagarse 
el pan 

.
Escrito en mi taller de La Plata ayer viernes 25 de agosto, alrededor de las 17:30, en cuanto me enteré de la muerte del querido Jorge Isaías / Hasta siempre amigo, hasta pronto / 


Mi padre tenía las manos callosas 
se ponía, no siempre, guantes 
incómodos que no permitían 
trabajar con el destornillador 
aunque sí con la pala 
Removía la tierra de los canteros 
Cuidaba los frutales que trajo 
desde su infancia 
Un día me miró a los ojos 
suplicando algo que no entendí  

Ahora sus manos saludan 
a quien sabe quien 
y se va desvaneciendo 
ante los ojos de su hijo 
ante la nada que ya era 

04 12 2023 

viernes, 15 de diciembre de 2023

Los colores de la tierra



JOSÉ MARÍA PALLAORO


LOS COLORES DE LA TIERRA


(Borradores / Selección)

City Bell, agosto - diciembre de 2021



     Los encuentros no son esperados 


     El corazón y la sangre preocupan y después de un tiempo atroz recurro a las voces de la preocupación como si la intranquilidad solucionara el aire 


     No detener el viento 


     No te molestes en morir por mí 


     No hay marcha atrás, los recuerdos buenos se inventan, todos los recuerdos se inventan 


     Parece que sí, que comemos afuera, los pies fríos y es normal, por primera vez se come afuera 


     “Cada poeta pergeña su propio diccionario”, creo que es de Nicanor 


     Es cierto, Juan Forn dejó un libro preparado, y será en agosto, ahora que viene una semana de hospitales y médicos 


     A la vuelta en la busca de un lugar para comer, por La Plata, City Bell, otra vez Gonnet, la milanesa con ensalada y alcohol, falta menos para nunca más 


     La orina oscura, resonancia magnética, riesgo quirúrgico 


     El peligro pasó, es un decir, el coagulo deviene del infarto, se pueden, sí, generar otros, hay que evitar, sí, que los futuros se desparramen, la herida 


     Anticoagular una vez al mes o cada veinte días, él sabrá, ¿Dios? No, no tiene nada que ver en esto, sos grande, eso parece 


     Y extraer la vesícula, y dejar la aspirina, anestesia general, ombligo, pulsión, la dieta como la de un diabético, que sos 


     Los ojos del universo 
     Va en bicicleta a un negocio cercano a su casa, dos o tres cuadras, vuelve, sale sin la bicicleta, enciende la estufa, enciende el horno, desnudos, cuerpos de la tarde, como lenguas que calman el frío, ¿es así?, un libro de recortes, el hacer se vuelve la reacción natural, en cámara rápida, abajo, arriba, arrodillados, verticales, en el horizonte jugos que se comparten, llega, llega mucho, escribe
La crema por el cuerpo, los pies, es bello lo suave y la tranquilidad, ¿te gusta?, jugar ahí y hacer que el crecimiento nos pertenezca, sos todo mío, separá los libros que quieras, llevalos al lugar que quieras, ¿querés?, lo sé, a la espera siempre 
¿Por qué me contás esas cosas? Después no me mostrás nada, y me quedo sin saber, ¿así estaba yo?


     Preparo material para leer, Circe Maia 


     No están de ánimo para el inicio, no hay energía, no llegan, llovizna breve en el feor del día 


     Tuve que ir, cayó la corona, en el reino de la peste se complica, discute otros temas, ¿hay posibilidad en primavera? Puede ser, vas a tener que viajar 


     Cuenta que recibió dos dosis, la rusa, que fue rápido por sus problemas de obesidad, por sus problemas respiratorios, por sus otros problemas, que vive cerca de tribunales, que hace tiempo no escribe 

*

jueves, 14 de diciembre de 2023

Pasajero de este planeta


JOSÉ MARÍA PALLAORO


PASAJERO DE ESTE PLANETA
(Fragmento)



City Bell, abril de 2019





   Atraviesa la calle y entra a la casa, su casa 
Abre el placar con algo de ropa colgada y perchas solas 
Marca un número y oye el contestador, corta 
¿Y qué?, y se engaña, la noche anterior la escena era distinta 
Encoge los hombros y respira hondo, trata de no pensar 
La habitación tiene ventana al patio, entra el sol del mediodía 
Mira el techo y la mancha de humedad ahora se parece a un pájaro sin jaula 
¿Te acordás lo que decía la Abuela? Muriendo y aprendiendo


   En las calles de mi ciudad, Ellos estornudan fuego
Calcinan la belleza del día
Muriendo y aprendiendo


   Descubrir el mal no es vencerlo, denunciarlo tampoco 
Muriendo y aprendiendo


   La totalidad de lo que es no es / nada / en manos de la policía 
La comedia de estos días / un tiro por la espalda 
Muriendo y aprendiendo


   La crueldad fascina a los CEO de nuestra realidad 
Muriendo y aprendiendo


   El posible acontecimiento de este año: se van 
Muriendo y aprendiendo


   En uno de sus poemas dice que los poemas simples pueden ser leídos por perros y gatos 
En un capítulo de uno de sus libros, encanecidos, inéditos, dice que hay que extender la vista hacia los conflictos latentes en el retablo de las maravillas ciegas por venir
En el plano de la cultura lo más urgente, aclara, es sustraer la palabra del gusto de la multitud
En el plano de la duda otra duda envuelve una duda superior que debe traspasar el círculo vicioso de la euforia
El mundo heredado se goza como una transición entre el descansar tranquilo y evitar el desengaño
En una de esas, agrega, somos todos insectos
Muriendo y aprendiendo


   Las segundas partes corroen más / que la primera 
Las terceras, por el exceso, desecan hasta las astillas rugientes de los vertederos  
Muriendo y aprendiendo


   Expulsados del mundo natural queda la espiritualidad de los cuerpos 
¿Por qué hablar, entonces, de la belleza de los objetos? 
Muriendo y aprendiendo


   La poesía nunca llega a ser juez, se queda ahí: en la paradoja del efecto 
Muriendo y aprendiendo


   Entre la poesía y la ciencia hay semejanzas: Ninguna de las dos son visiones, al menos en tiempos que gimen 
Muriendo y aprendiendo


   No hay debate: eso quieren sobre literatura y compromiso 
Muriendo y aprendiendo


   En el plano del conocimiento ella es inaccesible 
Ahora introduce su experiencia en la deformación del rostro 
En la desnudez habita una hoja verde que se marchita 
El objeto debe ser destruido como señuelo, la verdad oscura exiliada de la verdad sin ojos 
No somos un pueblo sin alma, sí, a veces, la parálisis de la conciencia ciega en contra 
Muriendo y aprendiendo


   (Más allá de los límites del sol, caballos verdaderos resisten)
Muriendo y aprendiendo


   El pensamiento se aparta y deja vacía la casa de todos 
Muriendo y aprendiendo


   La hoja en blanco y los posibles agujeros negros 
Muriendo y aprendiendo


*

domingo, 30 de julio de 2023

Los deseos se disfrazan de viento





JOSÉ MARÍA PALLAORO


LOS DESEOS SE DISFRAZAN DE VIENTO
Notas (Noviembre de 2021) 


Inédito 





I

La realidad de la razón 
no es veraz 
al menos en este caso 
donde la opinión 
se extrema en un monólogo 
absurdo 
La fuerza y el orgullo 
arguyen en su conservadurismo 
la lógica de la Ley 
por vos escrita 


Del cuerpo cae el velo y su designio 
gotas que se pierden en la ranura del mosaico 


¿El jardín nos invita? Es decir 
acá en el Sur
en la casa de un familiar
en la esquina de las dos paredes
el pasto cobra la forma del engarce 
y como buenos agricultores le damos de beber 
nuestros jugos 

*

En la arena de tus ojos 
creo castillos 
No es doloroso 
La marea sube y rodea 
esos espacios creados con las manos 
La espuma se vuelve roja 
y palpita junto a los arroyos 
que nos dan de beber 
y casi sacian 
casi 
porque es ahora 

City Bell, 8 de noviembre

*

II

No recuerdo el tiempo en que ingresé a esta prisión 
Yazgo solo en una pieza diminuta 
Cuando duermo los desconocidos abandonan comida 
y elementos para el aseo y un lápiz y un cuaderno de hojas blancas 
que cubro de palabras y dejo cerca de la puerta 
Cuando despierto veo el nuevo cuaderno, y un lápiz 
que me permitirá, creo y deseo, escribir lo callado 


¿Y si no me fuera permitido 
decir las palabras que quisiera? 
¿Las dejaría 
en mi pensamiento 
solas
abandonadas
sin sentido
sin voluntad de hacerse sombras 
en la página? 


Pide nada, o sea, pide en silencio lo que necesita 
Ahora en su necesidad complacida se pone las medias equivocadas 
Desde sus pies legibles crecen 
sus piernas, sus muslos, sus pechos, sus ojos 
Hermosa vos en el instante de las innecesarias palabras 


Algunos de sus dichos 
quisiera recordar, pensó 
O lo dijo en una voz tan baja 
y tan incomprensible 
que apenas guardó  
en un recóndito lugar de su cabeza 
Ahí, en la que ahora se golpea 
en el intento de que caiga 
alguno de sus dichos 
alguno de esos 
que nunca la lastimaron 


Lo miró como a un extraño 
Sin embargo los últimos años 
convivieron juntos 
en la misma casa 
sin espejos en que reflejarse 
sin vislumbrar siquiera que son dos desconocidos 
que no se aguardan 
que no se esperan 
que están ahí 
uno dentro del otro 
ocupando el mismo espacio 
que siempre está vacío 


Dormíamos en el oasis 
Al despertar no te encontraba 
Amanecía en una ciudad sin nombre 
Caminaba sus calles 
Visitaba lugares 
Un parque 
Una iglesia 
Entraba 
Y veía los bancos desiertos 
Las velas sin luz 
Dormíamos en el oasis 
Y al despertar no te encontraba 

*


Una muchacha de pocas palabras 
elige comunicarse con las manos 
con sus ojos de lis 

(y con los dichosos besos 
que siempre me regala 
en fugaces encuentros) 

City Bell, 19 de noviembre de 2021

*

III

Entro al auto y antes que subas, vos dejás algo en el piso y los veo, doradas uvas de sol, caen como la remera. Charlamos. Me contás de las semillas. Acerco mi mano y los acaricio, por debajo de la remera los acaricio, “seguí”, me decís, y sigo. Me mirás a los ojos y llevás tu mano a mi pierna. Me acariciás. Bajás el buzo, y te acercás, veo tu pelo, y te susurro, “todavía no”. “Es un sueño”, decís. “Está en vos que me quede o no”, decís. Y no digo nada, y te dejo hacer. 


Un día, en un amanecer, ella lo fue a buscar. No lo conocía, es decir, tuvo un presentimiento. Algo ocurrió y todo lo que le interesaba se hizo presente y lo fue a buscar. Encendió el auto que había sido del abuelo, un Rambler Classic, con tres velocidades, que parecía nuevo a pesar de tener más años que ella. Ese auto nunca envejeció. Tomó algunas calles, primero de tierra y luego asfaltadas, y accedió a una ruta que no conocía. Cruzó la zona urbanizada, los campos cultivados, las montañas bajas, y llegó al mar. Caminó descalza por la playa. Faltaba poco para oscurecer. Vio una tienda no tan lejos. Al llegar entendió que la habían abandonado aunque encontró provisiones y agua en un bidón de leche. Bebió. Juntó ramas secas y piedras que colocó en círculo. Encendió un fuego y calentó sus manos en ese fuego. La noche agradable, plagada de estrellas. Cerró los ojos. Caminó por un pueblito que nunca envejecía. Y lo encontró. Sentado en un tronco seco parecía ser parte de ese pedazo de madera. No quiso acercarse. Abrió los ojos. Se llevó las manos tibias cerca de la boca. Esperó el amanecer. 

*

-Una ensalada para mí. ¿Y para vos? 
-Algo menos complicado. 

jueves, 18 de agosto de 2022

Soneto en cuaderno Speroni


 


 

 

JOSÉ MARÍA PALLAORO

SONETO y tres haikus y dos líneas

 

cuaderno SPERONI de poesía y otras artes / 

año 01 / número 08 / invierno 2020

 

 

 

SONETO

 

En los días en que los muertos viven

el barrio despierta sin colores; zanjas

con renacuajos y anguilas repiten

leyendas de limones y manzanas

que nadie a la hora de la siesta

puede ofrecerte. No olvido. Pronto el fin

de todo sellará los ojos de esta

mariposa posada en el verdín

donde una vez habitó la estrella

muerta de otra mariposa. La nube

roja que se va se lleva la sombra

de lo vivido en esa oscura estela

que se pierde en lo que ya no se ve.

La noche de los muertos nada nombra.

 

 

 

TRES HAIKUS

 

Malentendido
La sombra y el cuerpo
ya no danzan más

 

Campana sorda

Tañendo la lluvia

cae la música

 

 

¿Debí besarla?

En el parque de olmos

jugosas peras

 

 

 

HOUELLEBECQ, DOS LÍNEAS

 

    ¿Lo importante de seguir vivo?

    El poeta muerto no puede escribir

 

 

miércoles, 30 de marzo de 2022

Cruzar a pie



JOSÉ MARÍA PALLAORO
CRUZAR A PIE

BORRADORES INÉDITOS
(City Bell, 1 de enero de 2022 - 
6 de enero de 2022, 1/2día)







City Bell, 1 de enero de 2022



¿Otra vez de cero

y a esta edad

y con cuestiones de salud?

Nada

comprado

menos el tiempo

Eso sí

queremos empezar

del mejor modo 

y sin miedo

día a día

y reír en lo posible

 

 

No puede estar desnudo

bajo el árbol de noche

Necesita medias

un pantalón fresco

una remera y cubrirse la cabeza

porque caen 

se arrastran

bichos

en la noche

Una babosa se le pegó en el pie

Una araña lo picó en la entrepierna

Una gata peluda transitó por su pecho

y sobre el sombrero

gotas de lo exprimido

No se puede estar seguro en la noche

bajo el árbol

Como caen los bichos cae el mundo

Nos devoramos entre nosotros

hasta que no haya más

que devorar

 

 

En estos días de no hablar

no se regó la huerta

ni las plantas

todo marchito

en tan pocos días

murieron algunas

se reanimaron otras

después del agua

y quizás sigan

mañana

será otro día

si llega

 

 

Las patas de la mesa

son tres

telarañas las unen

y la tabla de arriba

cubierta con un mantel

floreado de polvo

mucho

que ha estado así

Nadie entra y si lo hace

es solo un abrir de puerta

e irse otra vez

Nadie desea ni quiere estar

por eso las telarañas

por eso el olor a humedad

por eso este texto

termina acá

 

 

No pretendas que llame

No hay necesidad

Los amigos se han ido

No se los extraña

 

Dejé de beber

Dejé de fumar

 

Perdí el reír no recuerdo cuando

Aún así un atisbo de corteza

 

quede de lo anterior

que ya casi en el final

cobre sentido

 

Que sea gratis quise decir

 

 

Leo como si tuviese algún tipo de importancia

Me duele la espalda

Por la postura de acercar los ojos

                             al libro

                             a los libros

No debería pensar

¿Para qué? Llegará

                lo que llegará

Llegará sí

Nada se puede hacer

 

 

Basta de mirar el jardín

babosas bolitas insectos

una cucaracha que acabo de pisar

¿Matar los bichos?

Es mejor que se vayan

que huyan de este hombre

que no los desea cerca

que no quiere mirarlos

que quisiera no parecerse a ellos

tanto

en el reflejo del charco de agua

 

 

El colchón desnudo

de pie

junto a la biblioteca

pegados

Preparados para dormir

A la noche será

otra noche

 

 

El puente

cruzarlo

No mirar abajo

No planear

hacia el lecho de piedras

 

Cruzar a pie como idea

de que se puede

 

Se puede

 

o dejar todo

en el intento

 

 

Vamos

termina de escribir

en este cuaderno

para pasar a otro

más reducido en páginas

Por lo que hay que decir

es lo que vale

 

 

Te vas a quedar solo

pensalo bien

no sea cosa que a la tarde

entres a tu anochecer

y cierren la puerta

de la casa que habitaste

hasta ahora

 

o no lo pienses

quedate solo

sin luna y sin estrellas

a la vera del camino

que no sabés adónde va

 

a nada bueno seguro

da el primer paso

y el segundo

es la partida

el atravesar hacia ningún lugar 



City Bell, 6 de enero de 2022, 1/2día